El coronel Piccini Núñez fue puesto en retiro en 1999 por el entonces jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), mayor general Hugo Rafael González Borreli, por supuestas estafas de más de 6 millones de pesos en contra de establecimientos comerciales y personas físicas
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| Coronel FARD, Carlos Piccini |
Por Julián Herrera acento.com.do
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El reintegro del coronel de la Fuerza Aérea de la República Dominicana (FARD), Carlos Piccini a las filas militares en 2009, recibió el rechazo del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de entonces, según evidencian documentos del Ministerio de Defensa.
Actualmente, el oficial Piccini es investigado en la fiscalía anticorrupción junto al exministro de Defensa Rafael Peña Antonio y dos empresarios dominicanos, por un supuesto soborno de más de tres millones dólares para la compra a Brasil de ocho aviones Súper Tucanos en el gobierno del expresidente Leonel Fernández.
Al recibir el rechazo del máximo organismo militar, el jefe de Estado Mayor en aquel momento, general Pedro Rafael Peña Antonio, decidió enviar la solicitud directamente a la Presidencia de la República, dondelogró la aprobación en julio de 2009.
La Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, tanto la vieja como la nueva, consigna en su reglamento que los reintegros de oficiales militares deben ser consensuados por el Estado Mayor Conjunto de las FF.AA., antes de remitirlo al Poder Ejecutivo para ser aprobados.
El coronel Piccini Núñez fue puesto en retiro en 1999 por el entonces jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), mayor general Hugo Rafael González Borreli, por supuestas estafas de más de 6 millones de pesos en contra de establecimientos comerciales y personas físicas, según el informe de la junta militar que investigó en caso.
El Estado Mayor Conjunto de entonces, que desaprobó el reintegro del oficial, estuvo encabezado por el secretario de las Fuerzas Armadas, el inspector general, los tres subsecretarios y los jefes de Estado Mayor de las tres instituciones militares (Ejercito Nacional, Fuerza Aérea Dominicana y Marina de Guerra), la mayoría rechazó la solicitud, conforme las actas de la sesión.
Según documentos que reposan en la redacción de Acento, el mayor general Hugo Rafael González Borreli solicitó el retiro forzoso del coronel en falta al entonces secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general Manuel de Jesús Florentino y Florentino, quien a su vez remitió el pedido a la Presidencia de la República, la cual fue aprobada en diciembre de 1999.
Pero en junio de 2009 (casi 10 años después) el mayor general Rafael Peña Antonio, en la ocasión jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana logró que el oficial volviera a exhibir el uniforme militar, aunque con la oposición del alto mando de las Fuerzas Armadas de ese entonces.
El mayor general Rafael Peña Antonio fue designado por el presidente Fernández en 2008 jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD) y dos años más tarde como ministro de las Fuerzas Armadas. En ambas posiciones, el coronel Carlos Pinicci fue su jefe de proyecto y uno de los oficiales de mayor incidencia sus administraciones.
Su retiro forzoso en 1999
La comisión de altos oficiales que investigó en 1999 las querellas por estafa depositadas en el Departamento Jurídico de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), contra Carlos Piccini Núñez, decidió recomendar la cancelación con derecho a pensión del teniente coronel, por el hecho de haber violado artículos del Código de Justicia de las FF.AA.
Al menos 25 personas, entre ciudadanos y propietarios de negocios, denunciaron al coronel Piccini por alegada estafa, entrega de cheques sin fondos y abuso de confianza, en un periodo de 6 meses.
Las supuestas estafas suman más de 6 millones de pesos y los cheques emitidos superan los dos millones de pesos, según consigna el expediente del cual obtuvo copia Acento.com.do.
El oficial tomaba dinero prestado para capitalizar, supuestamente, una empresa suya dedicada a lareparación de aeronaves y compras de piezas para helicópteros que elegadamente adquiría en ciudad de Miami, Florida.
Las investigaciones comprobaron que dicha empresa nunca existió y que el dinero fue tomado para cubrir otras deudas que el oficial había contraído, según reveló el propio oficial Piccini en uno de los interrogatorios a que fue sometido.
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