Caso Tucanos es otro más de la larga lista de casos corruptos de envergadura internacional donde la real justicia está, como siempre, ausente.
Por Dunia De Windt
Cuando en aquel momento el ex presidente Leonel Fernández autorizó la compra inútil pero millonaria de unos aviones que hasta hoy nunca han volado nuestros cielos, la sociedad en su conjunto se preguntó extrañada ¿para qué unos Tucanos comprados en Brasil?. Por supuesto, detrás de esa magna operación hubo sobornos y comisiones millonarias por la que todos los involucrados cobraron su tajada. Los Tucanos hoy están oxidados.
Recuerdo a Vincho Castillo, vividor de todos los gobiernos, enfrascado en la férrea defensa de esos aviones y su “utilidad” para nuestro territorio. Su defensa se basaba en que estos aviones podían “impedir” la comercialización de la droga en un país como el nuestro, donde el narcotráfico se desarrolla por aire, tierra y mar. En una de sus asiduas visitas a un programa de televisión matutino y gobiernista (dónde si no), Vincho citó un artículo del órgano del “Comando Sur” de los Estados Unidos donde se alabó la compra de estos aviones por el Estado dominicano. Un artículo carente de nuestra realidad como país.
De hecho, en el año 2014 el diario norteamericano The Wall Street Journal publicó un interesante reportaje sobre el caso de la compra de esos ocho aviones Tucanos adquiridos en Brasil en el año 2008 por parte del gobierno dominicano sobre el pago de comisiones. Por supuesto, ya ese caso venía investigándose por las autoridades brasileñas y norteamericanas a raíz del olor a podrido que desprendía esa compra luego de ser aprobada por un Senado, que como todo el Congreso está putrefacto y prostituido hasta las trancas.
En ese sentido, la compra de esos aviones, que pretendían volar horas y horas, no solo fue inútil en términos estatales sino que significó el desembolsó de millones de pesos para todos los involucrados. Comisión de 3.5 millones de dólares pagados a un ex militar y un senador, quien a su vez repartieron millones a sus corruptos colegas. Todos con millones en sus cuentas bancarias de procedencia “desconocida”. Un caso de verguenza internacional sumado a la terrible permisividad pasmosa de nuestras autoridades. Un escándalo que ha vuelto como “noticia” en estos días.
En realidad, ¿De qué ha servido esta compra de Tucanos? Nada. Salvo los pagos millonarios para engrosar los bolsillos de los involucrados. Una compra innecesaria cuando el verdadero germen dañino esta en el interior de nuestras autoridades del orden.
Da igual que varios jefes de los cuerpos castrenses y congresistas sobornados (Leonel continúa callado) responsables todos de esta compra millonaria defiendan su “honorabilidad” en ese inmenso caso de corrupción estatal en este país. La “justicia” hará un circo con algunos involucrados pero los reales responsables nunca pisarán la cárcel. Este es simplemente, otro circo corrupto que representa el PLD y sus defensores.
Caso Tucanos es otro más de la larga lista de casos corruptos de envergadura internacional donde la real justicia está, como siempre, ausente.