"Algunos comerciantes influyentes, tienen el control de espacios que hoy están cerrados, han realizado cambios en la estructura de manera desmedida"
Por Eddy Arias R.
Villa Altagracia al día.- El nuevo mercado municipal de Villa Altagracia en su instrumentación
y desarrollo del proyecto y desarrollo del proyecto de construcción, “aun sin inaugurar”,
se convirtió en una gran expectativa de los munícipes, que entendieron que los
sueños de recibir mejor servicio y alimentos más saludables, en el que sería
organizado en el expendio de los productos y más humana la atención al cliente.
La obra
construida, a instancia del gobierno central, por el Ingeniero contratista,
José Espaillat, valorada en unos 36 millones de pesos se encuentra aun sin finalizar
y no ha sido formalmente entregada por el responsable de la misma a las
autoridades municipales, aun así ya se observan varios cambios en la estructurales.
Hoy nos
encontramos con un desorden rampante, en todos los sentidos, iniciando desde su
administración, ordenamiento estructural, distribución de espacios, ocupación
de espacios destinados para el peatón, ambientación de las áreas, entre otros;
esto no muestra todo un arrabal en las áreas de comercialización.
La comunidad
está alarmada ante lo que se ha convertido el nuevo mercado municipal, con las
ventas en el suelo, venduteros en pasillos, la inseguridad, los malos olores
existentes, falta de baños públicos y mala distribución de la forma de comercialización
de los rubros.
Este medio pudo
contactar, que los mercaderes están al grito por algunas injusticias que a diario
cometen los que dirigen la plaza, quienes movilizan los venduteros de un lado
para otro, sin la más mínima planificación y en desmedro de los planos de la
edificación.
Podemos
resaltar que según los planos, esta es una planta física con un diseño de construcción
moderna, por el interés desmedido de personas con ciertos enganches de poder
realizan remodelaciones que ha cambiado la estructura significativamente y la
fachada estética de la edificación, hoy es totalmente diferente, sin que nadie
haga nada al respeto.
En nuestra
visita a esta importante arteria comercial, pudimos ver que algunos
comerciantes influyentes, tienen el control de espacios que hoy están cerrados,
que han realizado cambios en la estructura de manera desmedida; otros que
tienen espacios ocupados, los cuales están destinados para área de baños públicos,
entre otras irregularidades que responden la pregunta citada en un párrafo de
esta nota y demuestran que tienen “el mercado en un arrabalizado”.
Por su lado,
los que frecuentan los establecimientos ahí ubicados, se preguntan: ¿Será un
mercado, un arrabal o un mercado arrabalizado?, ¿Hasta cuándo tendremos un
mercado tan descuidado e insalubre?; espera en su momento una autoridad que haga
frente a tanta deuda social incumplida y ponga en funcionamiento los estándares
existentes para el manejo de tales plazas.
Pequeños
comerciantes del lugar están con el grito al cielo, por ver la falta de
autoridad, dicen que es insólito que una edificación que costó más de 35
millones de pesos al pueblo, hoy se encuentre en el estado que está y al igual
que algunos de los pobladores de este municipio de villa Altagracia que hacen
su compras aquí, tienen cifrada su esperanza en que la nueva gestión que
encabezará el Dr. Edwin Ferreira Veras, alcalde electo, realice las
transformaciones necesarias y haga cumplir las normas, así también que devuelva
a esta plaza la estética estructural de diseño y construcción, para tener un
mercado bonito, limpio y decente como en otros pueblos. Un reto fuerte.