Mi Opinion
Por Eddy Arias
La vida nos enseña a
vivir el día a día, a comprender como cambian las cosas con el tiempo o a su paso,
así como a aprender que nada es estático, además de que estamos montado en un
tren, donde unos suben y bajan en la primera estación, otros bajan en la
siguiente y ya no los vemos, luego nos toca bajar a nosotros.
No hay que ser científico
de la NASA, ni ser clarividente, un investigador profesional o un gran intelectual;
solo necesitamos estar vivos, como simples mortales que transitamos por la
tierra, en una misión que nos ha encomendado Dios y que solo él sabe la que nos
corresponde.
100 días, no es más
que un efímero período que los políticos dominicanos han popularizado y que
algunos mal interpretamos, al pensar que es la duración de cualquier gestión.
Otros entienden que es lo que determina el éxito o el fracaso de una autoridad
electa por un período de 4 años. Algunos entienden que todo terminó con este
plazo mediático.
No debemos olvidar
que los 100 días, su real marca inicial, fue dada a que durante ese período, la
autoridad designada por el voto de los ciudadanos, pueda ejercer el inicio de
la administración para la que fue elegido, sin ataques frontales, protestas públicas,
demandas, exigencias, entre otras acciones que pudieran perturbar la intención
de realizar un buen arranque y pueda dedicarse a organizar lo encontrado.
Debemos saber que los
mal interpretados 100 días, no son específicamente para invertir todo el presupuesto
de un año, por demostrar que hará una buena gestión; esto sin dejar pasar por
alto que “NO SERA EL MEJOR ADMINISTRADOR, EL QUE HIZO MUCHAS COSAS EN CIEN DÍAS”,
que equivalen a 3 meses y 10 días (aproximadamente), sino quien logre
satisfacer las expectativas de la gente en los restantes 3 años y cinco meses,
porque está demostrado que, la evaluación del pueblo estará favorable o
contraría en la medida que se comporta la administración en el trayecto y final
de la gestión, que es donde se pueden sacar las reales conclusiones.
Ya está escrito en
algunos medios, nadie está obligado a realizar un informe de las realizaciones
de los llamados 100 días y quienes lo hacen, solo es como una forma de dar a
conocer sus logros, per c, sin que esto implique un requisito “sine
qua non” que conllevaría alguna sanción si se omitiera.
En el caso particular
de nuestro municipio, el comunicador acucioso y controversial, pero responsable
y objetivo, Ramón Read Fernández, acaba
de dar a conocer, por su experiencia municipal de largos años ligado a estos
medios: “En honor a la verdad, ningún sindico de Villa Altagracia ha dado un
informe de sus primeros cien días. No lo hizo Pedro Peralta (EPD), no lo hizo
Rojas Nina, no lo hizo Matía Pérez Santana, no lo hizo Willian Lizardo (EPD),
no lo hizo Teófilo Navarro (EPD), no lo hizo Frank Rodríguez, no lo hizo Ramón
de la Cruz, no lo hizo Papo Chacón, no lo hizo Juan Ortiz, para citar los del
1966 a la fecha. ¿Quieren que diga que lo hicieron, sin haberlo hecho?”.
Aunque el comunicador
omitió al recién saliente, Luis Miguel Méndez Restituyo (Luís Pavolo), que tampoco
lo hizo. Pero si informó a su salida que dejaba 19 millones en deudas, que en
dos semanas de gestión se fue descubriendo la realidad y arrojó que eran, por
el ocultismo que existía de la realidad, llegando a más de 22 millones, que la
actual gestión ha tenido que enfrentar para salir adelante.
100 días que afrontaron,
con los créditos cerrados, por falta de pago a suplidores municipales y que por
la credibilidad del alcalde actual ha podido enfrentar.
100 días que con
precariedades y dificultades económicas, el Alcalde Municipal Dr. Edwin
Ferreira, ha venido manejando, para echar el pueblo hacia adelante, sin hacer
caso a las críticas de los que no soportan que quienes administran hagan las
cosas a su manera, con pulcritud.
En mi caso
particular, quiero dejar sentado, que creo en los resultados positivos de la
gestión que encabeza Ferreira, que con un equipo de hombre que le acompañan,
logrará hacer una gestión diferente y que al final de su administración
podremos disfrutar de la satisfacción por la diferencia entre el antes y el después.
No quiero despedir
este escrito, sin destacar que en todos los actos de la vida, lo más importante
no es el inicio, siempre lo será su final, la evaluación es cuando termina.
Un buen estudiante
llega al salón de clase con debilidad en el aprendizaje y al cabo del tiempo
puede llegar a ser graduado “summa cum laude”, porque finalizó
su carrera de manera excelente.
Yo sigo creyendo en
usted, señor alcalde y los medios que dirigimos estarán siempre al servicio de
las mejores causas de nuestro pueblo, al que Dios le encomendó dirigir por este
período de 3 años y 8 meses.
Porque quiero que
Villa Avance, seguiremos apoyando las ejecutorias del ayuntamiento municipal, estaremos
publicando todas las cosas positivas que realice a favor de Villa Altagracia.
“Villa Altagracia merece
estar mejor”.